domingo, 2 de octubre de 2011

viernes, 24 de junio de 2011

Cuadernos.

























Era un jardín la infancia; un jardín en que juramos no crecer, pero crecimos...


En el que juramos nunca llorar, pero lloramos... Era un jardín al que volvemos, a veces, con nuestros pasos de mujer, para ponernos zapatitos de nena y correr entre los canteros, correr tras la mamá que nos sonríe y por una excepción no tiene apuro, y nos dice nuestros nombres en diminutivo, a mi y a mis hermanitas, unos nombrecitos como de duendes, como de jazmines, que ya nadie nos dice... solamente ella en el jardín perenne al que llegamos cuando tenemos muy lleno de pesar y de nostalgia el corazón.


Jardín infinito. Poldy Bird.

lunes, 30 de mayo de 2011